Cable de altavoz


¿Hasta qué punto son importantes en audio?

Los cables de altavoz son los cables más importantes de todo equipo de sonido de alta calidad. ¿Por qué? Muy fácil: son los encargados de transmitir las señales que alimentan los altavoces de las cajas acústicas, unas señales que al manejar potencias respetables pueden ser perturbadas de muchas maneras.

Un diseño y una construcción poco cuidadosa puede afectar de manera devastadora a la práctica totalidad de parámetros que definen la escucha: transparencia, definición, equilibrio tonal, dinámica y espacialidad. 

Con el advenimiento de lo que se conoce como High End algunos ingenieros puristas se plantearon un hecho fundamental: “cuando diseñamos y evaluamos fuentes de audio, amplificadores y cajas acústicas, hablamos de sutilezas de armónicos casi escondidos, de macro y microcontrastes dinámicos, de presentación espacial… en definitiva, de un conjunto de parámetros muy complejo, cuya correcta integración hace posible lo que tendemos por Alta Fidelidad en la reproducción del sonido; por lo tanto, parece lógico que el canal que transmite las señales eléctricas que hacen posible tal integración esté a la altura de las circunstancias, en especial si las mismas son de alta potencia.”

¿Qué hay que buscar a la hora de escoger unos cables de conexión a cajas?

Hay que tener muy claro cuáles son los componentes que lo van a constituir, esencialmente conductores y aislantes, el tipo, número y disposición de dichos conductores y aislantes. A su vez, esto nos lleva a una disciplina muy especial: la ciencia de los materiales. Porque, claro, el cobre de alta pureza, el cobre de muy alta pureza o la plata, por ejemplo, conducen la electricidad de distinta manera. Y lo mismo sucede con los materiales aislantes: el plástico (PVC) es una cosa y el aire –el mejor dieléctrico- otra.

La experiencia demuestra que un diseño con conductores más delgados en una configuración más abierta proporcionará un sonido más limpio, más claro y más lineal con la frecuencia. Otro con un único conductor de grandes dimensiones o un manojo de múltiples conductores de pequeñas dimensiones proporcionará un sonido más suave y con agudos atenuados. Todas estas líneas generales son válidas independientemente de las variaciones que se introduzcan en los tres esquemas comentados y tienen una importancia fundamental en el sonido de un cable. Por su parte, los dieléctricos y el material y/o los tratamientos aplicados a los conductores son la guindilla del pastel del diseño de cables y por tanto su efecto en las prestaciones de los mismos son menores que unos principios de diseño correctos y sólidos. 

La clave: saber elegir los conductores

Los dos materiales conductores más frecuentes utilizados en la actualidad siguen siendo el cobre y la plata. ¿Es uno inherentemente mejor que el otro? No necesariamente. En gran parte, todo depende en gran medida de la pureza y el tratamiento aplicado al material bruto utilizado como conductor.

Esto tiene como resultado la presencia de un número menor de discontinuidades en el interior del conductor, eliminando la distorsión, el brillo o la aspereza del sonido. Por otro lado, los conductores también deben ser correctamente diseñados para proporcionar la máxima linealidad con la frecuencia para cualquier material dado. Así, el sonido de un conductor apropiadamente diseñado y tratado es abierto, natural y extendido, a la vez que suave y sin grano 

El material aislante también importa

Por su parte, los dieléctricos son componentes necesarios en cualquier cable, porque previenen la oxidación e impiden que los conductores se toquen entre sí. En los cables de audio, la presencia de niveles de tensión y corriente relativamente bajos hace que la rigidez dieléctrica no sea un factor de importancia primordial. Mucho más importante por su efecto en el sonido es la absorción dieléctrica de un determinado material. Este parámetro describe la manera en que un dieléctrico puede descargar una señal secundaria en el conductor completamente desfasada con respecto a la señal de audio.

Puesto que en todo cable una corriente eléctrica está atravesando un conductor, se crea un campo electromagnético que interacciona con el material dieléctrico y desplaza temporalmente la estructura molecular del mismo. Si el material dieléctrico tiene una buena elasticidad y puede volver rápidamente a su estado normal, entonces se dice que dicho material posee una baja pérdida dieléctrica y, por tanto, tendrá un efecto audible pequeño en la señal. Además, los materiales dieléctricos suenan diferente como consecuencia de las distintas velocidades a las que almacenan y liberan energía correspondiente a frecuencias diferentes. 

El cable se comporta como un componente independiente

“Física, no Vudú.” Reduciendo la inductancia y la capacitancia podemos aumentar el ancho de banda de un cable y extender su curva de respuesta en frecuencia. La verdad es que dentro de su rango de frecuencias de trabajo, la capacitancia de los cables de audio es prácticamente constante con la frecuencia, pero en cambio la inductancia varía con esta última. Esto se debe a que la inductancia depende del diámetro de los conductores y de la configuración de éstos en el cable. Estos cambios en la inductancia causarán diferencias audibles que variarán en función de la impedancia de entrada/salida de los componentes que utilicemos. A efectos prácticos, el ideal teórico de un cable de altavoz es aquel que tenga una inductancia serie igual a cero y una capacitancia paralelo igual a cero, ya que de este modo tendrá un ancho de banda ilimitado y no dependerá del equipo.  Pero quédense con lo más importante: un cable puede ser modelado con parámetros objetivos y, por lo tanto, diseñarse de manera absolutamente racional, basándose las diferencias entre modelos en la sofisticación y rareza de los materiales empleados y su configuración específica.

La hora de la verdad: sinergia, sinergia y sinergia

Pese a todo lo que acabamos de decir, hay en el mundo de los cables de altavoz un elemento definitivo que a la postre es el que interesa de verdad: que la transferencia de señal entre amplificador y cajas acústicas sea perfecta en términos de sonido. Es lo que se conoce por sinergia, algo que a nivel coloquial podría asociarse al hecho de que los citados componentes “se entiendan” y que hace que un equipo suene diferente cambiando sólo el cable de altavoz por otro, y además del mismo precio.

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